Negacionismos en tiempos de pandemia
Hay que «felicitar» a los negacionistas, en general, desde los que dicen que no existe el virus hasta los que creen que ellos están por encima de la salud de los demás, que empezaron diciendo que los muertos de COVID19 no eran nada comparados con los de la gripe común y resulta que ya le habríamos dado varias vueltas al contador si no fuera por las mascarillas, las medidas preventivas, los tratamientos y la profesionalidad de los sanitarios y a pesar de toda la gasolina que le echan estas personas que creen que lo individual está por encima del resto cuando no hay individuos si no hay colectivos/convivencia/sociedad.
Hay que «felicitar» a los irresponsables porque consiguen cerrar nuestros negocios. No, los culpables no son los negocios, ni la hostelería, ni los comercios, ellos son herramientas de nuestro trabajo y economía que unos pocos usan de forma negligente para obligarles a cerrar. Con lo fácil que es mantener distancias, no quitarse la mascarilla nada más que en el preciso momento en el que se consume y luego volverla a colocar, no, ellos, muchos, la mayoría, se sientan a la mesa, en locales interiores y mascarilla fuera… barra libre!!! Luego apoyan a la hostelería, a esa misma que apuñalan cada vez que obran irresponsablemente en sus establecimientos…
Hay que «felicitar» a los que se reúnen sin medidas preventivas en espacios cerrados, añadiendo motivos para que paguemos justos por pecadores en medidas restrictivas, cada vez más, que son necesarias porque cuando nosotros no somos capaces de ser responsables se tiene que penalizar también a los responsables porque cuesta más separar a los hijos de puta de las buenas personas que meternos a todos en el mismo saco.
En fin,
Tú, que eres especial, que crees que esto es todo una pantomima y que los extraterrestres (por supuesto crees más en extraterrestres que en la ciencia médica) están mandando a la gente a los hospitales para fastidiar al personal sanitario.
Tú, que crees que tus derechos, tu ocio, tus fiestas, tu forma de vivir en sociedad, está por encima de la de los demás.
Tú, que no has leído en tu vida más de una página de un texto científico y que confías más en lo que te cuenta un youtuber que le importa más sus likes que el contenido.
Tú, que crees que ser distinto es ser especial y por eso buscas no ser «del rebaño» no has pensado que no hay dos mierdas iguales cuando cagas y que ser especial o único no tiene ni por qué ser bueno, ni necesario, menos cuando a los demás les afecta la forma en la que te relacionas dentro de una sociedad como la nuestra.
Tú, que lees muchos blogs e información de muchas fuentes, pero sólo de las fuentes que te interesan o de las que informan sobre lo que quieres que se diga y que no te importa ni su reputación ni su base, sino que sólo apoyen tus teorías, incluso aunque no tengan ningún soporte, base o fundamento ni estén contrastadas.
Tú, que te ves muy fuerte y te gusta salir de fiesta y que crees que tienes toda una vida por delante, que desprecias lo que le pueda pasar a los débiles y mayores, porque ya han vivido su vida y tú no puedes dejar de perder unos días de la tuya para que sigan protegidos. Igual dejas indirectamente, fomentando el negacionismo, a muchas personas sin sus seres queridos cuando disfrutan de los suyos… igual tu miserable vida sólo tiene valor de juerga porque no tienes nada serio a lo que agarrarte. Igual la vida de muchas personas se acaba porque tú facilitas que el virus se transmita por donde es indetectable, se escurra por las rendijas de la irresponsabilidad y alcance su objetivo de llevarse por delante a quienes tengan gente querida que los aprecie. Si es el caso, que lo que siembras en tu juventud y tu libertad recojas cuando llegue el momento en el que seas el débil y de riesgo.
Tú, que crees que la libertad es romper las normas de prevención de contagios deberías pensar si las normas de tráfico y circulación también son un atentado contra la libertad y deberías circular como buen kamikaze en dirección prohibida o que no debes detenerte en los semáforos rojos porque son para cobardes del rebaño.
Tú, que crees que la libertad es obrar sin pensar en los demás igual a muchos si nos diera por pensar como vosotros igual acabábamos poniendo bombas a los que no nos importan porque esa libertad sin fronteras nos dice que debería haber libertad para usar armas por encima de la libertad de los demás a que se limite el uso de las mismas para protegerles.
No, queridos negacionistas, esto no es una cuestión de rebaño, de sumisión, o de creerse las libertades individuales por encima de los derechos fundamentales a la vida y a la salud.
Tú, que en vez de sumar al colectivo, restas.
Tú, que en vez de multiplicar fuerzas, divides.
En esta batalla a la vida los que mueren son los débiles y algunos lo hacen gracias a muchos que, como tú, menosprecian lo que pasa a nuestro alrededor…
Los que cumplimos las normas preventivas y respetamos las restricciones propuestas por los científicos y reducidas por nuestros políticos para contentar a una mayoría no lo hacemos como acto de cobardía o sumisión. Lo hacemos como acto profundo de respeto a todos los demás, incluidos vosotros, valientes hijos de puta irresponsables.
Los que cumplimos las normas que se demuestra que son efectivas no lo hacemos para encerrarnos, sino para mitigar el impacto de los contagios y salir de este ambiente de pandemia lo antes posible, algo que nos está resultando casi imposible gracias a muchos de vosotros, que creyéndoos más inteligentes, que igual alguno lo es, sois los más irresponsables porque en una situación así, primero hay que colaborar y cuando acaba todo pedir cuentas o analizar con la perspectiva del tiempo y los hechos y no en base a estúpidos análisis de tertulianos, influencers, amigos de las conspiraciones y todo tipo de animales zoolanders.
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