Señalética en Centros Comerciales en tiempos de COVID-19

Publico en Facebook en un grupo:
«No sé qué pensarán los que, por la seguridad de todos, organizan los movimientos en los negocios y centros comerciales sobre los que van a su bola contra la dirección que marcan las flechas en los suelos…»

Pensé que entre líneas se podía entender claramente lo que supone eso que pongo pero veo que no, que hay gente que se ve que no piensa lo que lee, o no lo entiende o directamente da por culo sobre lo que sea, por ello voy a dar la versión ampliada que hay detrás de mi incomprendida y erróneamente prejuzgada reflexión, por puntos:

  1. Los centros comerciales son especialistas en gestionar correctamente la señalética de sus centros. Hay estudios y análisis muy complejos, más allá de las normativas constructivas de seguridad y las ordenanzas municipales y otras disposiciones en sobre cómo señalizar los espacios públicos. De hecho hay páginas y blogs dedicados a poner en tela de juicio algunas de las soluciones de algunos diseñadores y espacios.
  2. Cuando se hace un despliegue de señalización, en este caso pensando en el flujo de personas en lugares cerrados, donde se hace un estudio de cómo afecta todo eso a todo el recinto y sus sistemas, incluso cómo puede afectar a los negocios que de repente puedan estar afectados por un tráfico inferior de personas al que se le supone normal.
  3. Tras estos estudios se encargan las oportunas marcas, señales, carteles, etc… y se van instalando a lo largo y ancho del centro. El diseño de las marcas y cartelería también se estudia, su durabilidad y el cumplimiento de las normativas, ya que nadie quiere unas pegatinas que alguien resbale y se desnuque.
  4. Voy a pasar por alto a la gente que mezcla el tema de los flujos de personas con las mascarillas. Es evidente que cuando se diseñó toda esa señalización se hizo pensando en que las mascarillas no iban a entrar en la ecuación porque no hay legislado el sentido de la circulación aunque nos consta que algunos ayuntamiento han propuesto y desarrollado medidas en ese sentido. precisamente como en la ecuación no entran las mascarillas es de suponer que si, no habiendo vacuna, se quitara la obligatoriedad de la mascarilla (yo lo dudo mucho porque la mascarilla es la primera y principal barrera a la transmisión) realmente se tendría que usar ese flujo organizado de personas para minimizar los riesgos (que no eliminar, que es algo que muchos no entendéis, que nos consta que la erradicación es imposible, pero que minimizar sí que es posible y cada uno tenemos que poner de nuestra parte). Bien, como digo, esto no tiene que ver y sigo explicando.
  5. Puesto todo ese despliegue y trabajo en valor, me consta que los centros comerciales son especialistas en tener al día las medidas y que si consideran que la señalización aporta algo positivo la mantienen y que si no lo aportara ya la hubieran quitado una noche pagando sus horas extras como hacen con los cambios de campañas, eventos y promociones. Como no ha sido así, al menos hasta hoy, igual mañana desaparecen, hay que dar por supuesto que el que no sólo haya señalización horizontal y vertical fija sino que se acompaña de totems informativos móviles sobre cómo circular y las medidas activas, es que la gerencia del centro en su sección de prevención de riesgos contra la salud estima que todo ello debería ser cumplido por los clientes y visitantes.
  6. Me he puesto en el lugar del ingeniero/experto, el gerente, el responsable de prevención y todos los demás profesionales de gestión de estos recursos del centro y me he dicho: «¿Qué cara se me pondría a mi si después de todo esto por el bien de todos, el 50% de mis clientes y visitantes ignoran todo esto? Pues cara de gilipollas… y por ahí el comentario.

Postdata1: Efectivamente llevando mascarilla se minimiza (que no elimina) el tema de las distancias interpersonales y de las otras medidas. Ello no quita que si alguien pone unas normas internas para seguirlas que son muy simples, no nos cuesta nada respetarlas… estamos en «su casa». Entiendo que los que dejan las mierdas de los canes en el suelo sin recogerlas, los que se saltan los semáforos por norma y los que van de forma egoísta y egocéntrica por el mundo como si nada fuera con ellos porque ellos lo valen pues es normal que unas normas que no han puesto ellos les parezcan ridículas.

Postdata2: Ridiculizarme a mi, al uso de las mascarillas o meter otros temas que os gusta a algunos para dar por saco y descalificar el mensajero sin hacer una valoración del mensaje (entre otras cosas porque como digo no hay comprensión lectora, ni empatía, ni civismo, ni respeto en general) os quedará muy bien pero es como mear fuera de la taza.

Postdata3: Cierto que algunas de las medidas que hay en algunos sitios se han quedado obsoletas por la obligatoriedad del uso de las mascarillas… siempre me acuerdo hace meses en el telediario cuando salían bares que decían haberse preparado para el COVID19 mostrando mesas de 8 personas en las que se separaba unas de otras mediante mamparas… coño, eso no es una mesa de 8 eso son 8 puestos individuales donde ni pueden hablar unos con otros… pero, si los responsables deciden mantenerlas porque las creen psitivas las medidas… ¿Quién soy yo para mandar la mampara a tomar por culo?

Gracias a los pocos que han entendido que el post buscaba poner en valor que a veces otros toman medidas que esperan que nos beneficien a otros a pesar de nosotros mismos. Definitivamente como sociedad nos vamos a la mierda, y algunas de las respuestas y comentarios me lo han dejado claro.
Por mi parte seguiré intentando cumplir las normas que se ponen que no me supongan mayor problema y además, tienen cierta coherencia, y si me suponen un problema pues cambio de sitio y punto, que nadie me obliga a estar allí, pero si estoy allí sera con sus normas y recomendaciones.